Los revestimientos o frisos, al igual que los suelos de madera para interior deben almacenarse en obra al abrigo de la intemperie, en local fresco bien ventilado, limpio y seco. Se apilan dejando espacios libres entre la madera, el suelo y las paredes.

Una vez retirado el plástico retráctil en el que vienen embalados, se colocan las lamas en posición horizontal, sobre rastreles espaciados unos 50 cm o en posición vertical apoyados en la pared, pero sin contacto directo con el suelo y calcular un 10% de madera de más en previsiones de errores, roturas y pérdidas.

Deben colocarse barnizados, y no barnizarse in situ porque los inevitables movimientos de la madera dejarán al descubierto zonas sin barnizar y en otras ocasiones se pueden pegar las tablas entre sí.

Los revestimientos de interiores pueden colocarse de dos formas:

  1. En cuanto a la colocación sobre soporte continuo, se entiende tanto rastreles embebidos y enrasados en el muro como una subcapa intermedia de madera ( que es recomendable tanto para mejorar el soporte como para actuar de contrabalance). También se puede emplear como subcapa un machihembrado de menor calidad transversal a las lamas o un tablero. Para fijar esta subcapa se dejan rastreles embebidos en el muro. Se fijan las lamas cuando la humedad de esta subcapa es la adecuada.
  2. Y respecto a la colocación sobre soporte discontinuo o rastreles, es el procedimiento más frecuente y seguro porque deja una cámara de aire que absorbe los intercambios de humedad entre los materiales. 

Los rastreles de madera en vertical, favorecen el aire ascendente que es la corriente natural del aire.

Si la colocación es en horizontal (deben llevar orificios o colocarse al tresbolillo para favorecer la ventilación de la cámara). 

Los rastreles se fijan según la naturaleza del soporte  (clavo, tirafondo sobre taco, encolado, clavija, pella de mortero..)

 

Formas de colocación de los rastreles según posición del friso o revestimiento:

Los rastreles se colocan en vertical si los frisos son horizontales y los rastreles se colocan en horizontal si los frisos son verticales.

Respecto a las separaciones de los rastreles entre sí, son moduladas, (entre 40, 50, 60 cm dependiendo del producto) y al suelo, techo y esquinas alrededor de 5 cm

En locales húmedos como baños y cocinas es necesario una cámara de aire sobre rastreles y como regla práctica general la separación de los rastreles no superará 40 veces el grueso de las lanas.

 

Respecto a las juntas, hay que evitar que las lamas lleguen a juntarse a tope, al suelo o al techo dejando una separación de 2 a 5 mm en el sentido horizontal, que es más bien estética ya que en el sentido longitudinal la madera a penas se mueve.

Esta junta coincide con el solape o la machihembra por lo que pasa desapercibida.

Si la madera se coloca más seca de lo que corresponde, la junta se abrirá un poco porque la madera se hincha al humedecerse. Si es al contrario, las tablas deben unirse a tope porque mermarán en ancho y se abrirá la junta.

Una selección de las especies más decorativas son el iroko, pino y ayous. Es aconsejable, barnizar en interiores y aceitar en exteriores.

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Fuente: AITIM Guia de la madera