Los suelos de madera son una excelente opción para colocar en un espacio exterior. Cálidas en invierno y frescas en verano, cuentan con una superficie lisa o antideslizante y se recomienda un tratamiento químico para optimizar su resistencia a la intemperie y a los insectos. Puedes instalarlos en el formato que más te guste: lamas, losas y baldosas con base de plástico o madera de exterior. Así mismo, debes mantener este suelo periódicamente con productos de protección de la madera para exteriores para prolongar su vida y mantener su color.
Las instalaciones de tarima se agrupan en tres grandes tipos:
a) Maderas tropicales para exterior:
Esta es la mejor opción si necesita una terraza dura y resistente a efectos climatológicos adversos, insectos o golpes.
Las maderas exóticas para exterior más utilizadas son ipe, iroko, bambú y teca. También existen otras que se utilizan en menor grado tales como el cumaru, elondo o massaranduba. Estas maderas tropicales para suelos ofrecen una amplia gama de tonos y texturas, además de un aspecto cálido y elegante, y tienen un gran valor estético. Son de mayor calidad, más densos, más duros y resistentes a la intemperie que las maderas consideradas blandas tales como el pino. También con los cuidados necesarios pueden resistir el paso del tiempo sin perder su belleza. Sin embargo, se recomienda tratarlos con aceite o un agente protector especial a principios de invierno y verano.
b) Suelos con baldosas de composite:
Son baldosas que se han fabricado mediante la mezcla de fibras de madera y resinas plásticas, son altamente resistentes a la humedad, el cloro y el deslizamiento, lo que lo hace ideal para áreas de ducha al aire libre o suelos alrededor de piscinas.
Esta clase de pavimento para terrazas no precisa de tratamiento alguno y su durabilidad es muy superior a cualquier madera del mercado.
Los diseños que podemos encontrar a día de hoy imitan casi a la perfección las vetas de la madera, lo que hace difícil distinguir a simple vista una baldosa de composite con una tarima de madera tradicional.
c) Madera de pino tratada en autoclave:
Es la más económica de todas las maderas naturales y además si lleva tratamiento autoclave, resiste a hongos, termitas e insectos.
Madera muy ligera y considerada blanda se encuentra en tonos naturales o tintados, con un acabado liso o estriado para mayor resistencia al deslizamiento.
Es necesario aplicar un protector específico dos veces al año ya que de toda la gama de maderas de exterior es la más sensible y a la vez económica.
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