Los aspectos comunes a todo tipo de entarimados al exterior que deberían respetarse independientemente del producto colocado o del sistema de colocación son los siguientes:
- Ranuras en contracara
Además de las mecanizaciones superficiales, las tablas deben llevar en contracara uno, dos o hasta tres cortes (según el formato) de 2 a 4 mm de anchura y de una profundidad mínima de entre 1/3 y ¼ del grueso. El objeto de estos cortes es estabilizar dimensionalmente la tabla, haciendo más eficientes las uniones a los rastreles (los movimientos inevitables de las tablas ejercen menos esfuerzos sobre las uniones)
- Biselado de las aristas
En general es recomendable en cualquier instalación de tarima exterior la mecanización de las aristas de la cara con un cierto radio (normalmente de 4 a 6 mm) para evitar los astillamientos; por ejemplo en las piscinas en las que las personas transitan normalmente descalzas, es imprescindible por cuestiones evidentes de seguridad.
- Evacuación del agua
Uno de los inconvenientes de los pavimentos de madera al exterior es el carácter deslizante y el contacto con el agua aumenta el riesgo de hongos, por lo que es imprescindible respetar algunas recomendaciones constructivas y entre ellas las siguientes:
- Ranuras superficiales, anchas y profundas que permitan una fácil rápida evacuación del agua en la cara de las tablas.
- Separación longitudinal entre tablas de 4 o 5 mm como mínimo.
- Diseño y fijación del enrastrelado de forma que no se acumule el agua entre rastreles.
- Machihembrado de testas
En las maderas al exterior no deben dejarse las uniones de testa simplemente a tope. Inevitablemente con el tiempo se producen deformaciones y curvaturas más o menos pronunciadas en las tablas que se traducen en cabeceos entre testas en las zonas de unión entre vanos de enrastrelado. Para evitar estos las testas deben ir machihembradas.
- Orientación de la tabla
La radiación solar directa produce un intenso calentamiento superficial, la que conduce inevitablemente a las tablas a la formación de fendas. Este efecto puede amortiguar (aunque no evitar totalmente) si en la mecanización de la tarima se tiene la precaución de colocar las tablas o tablones siempre presentando la madera de corazón (parte interna en el árbol) hacia arriba.
- Contenido de la humedad en la madera
Según los expertos, la práctica habitual en España, incluso en las regiones costeras, la madera para entarimado exterior se debe secar tanto como sea posible (igual que en interior) es decir, entorno del 8 al 10 % y todo ello en base a los siguientes razonamientos.
La situación más crítica que debe abordar un entablado al exterior en nuestro clima es la insolación diaria durante una temporada larga (al menos 15 días). Estos períodos de insolación están garantizados en las regiones más meridionales de España, pero incluso en la zona de la Cornisa Cantábrica y Galicia, en verano se puede dar 10 o 15 días seguidos soleados y de altas temperaturas.
La madera, sometida a la acción del sol, irradiando de plano durante toda una jornada veraniega, se recalienta extraordinariamente y su humedad de equilibrio higroscópico no se corresponde con la esperable para la pareja de valores de humedad relativa y temperatura “ambiental” en que se encuentra.
El calentamiento de la madera por encima de los 50 º C la lleva con frecuencia a contenidos de humedad por debajo de 11 ó 12 %.
Por tanto, cuando la madera está sometida a un largo período de lluvias y humedad la madera absorberá humedad e hinchará, y por eso, los sistemas de entarimado exterior deben diseñarse de forma que los movimientos de hinchazón y merma se puedan realizar sin ningún impedimento.
- Repaso fijaciones
Es altamente recomendable en todos los sistemas de entarimado exterior, realizar un primer repaso de las fijaciones aproximadamente 6 meses o un año después de la colocación, y en lo sucesivo como mínimo cada 5 años de servicio.
Fuente: Pavimentos de madera
Deja tu comentario